Dios crea a Lucifer bueno, con un aspecto noble y muy hermoso. Él se asemeja mucho a Dios. Además, sin pretender nunca demasiado de él, le da maravillosos talentos y le confiere altos e importantes cargos, de absoluto relieve entre todos los ÁNGELES. Lucifer es el querubín más importante, el ser creado más majestuoso entre todos los del cielo. Es el más cercano de todos al trono de Dios y mantiene la relación más estrecha con Él. Está revestido de la gloria, majestad y potencia de Dios. El nombre Lucifer, que Dios mismo le elige, significa literalmente “Portador de luz”. “Lucifer pone el sello a la perfección, está lleno de sabiduría, de una belleza perfecta; está en el jardín del Edén, el jardín de Dios. Es el responsable de la música en el cielo; tambores y flautas están a su servicio, preparados para él desde el día en el que fue creado. Lucifer es un querubín de alas extendidas, un protector. Era perfecto en sus caminos desde el día en que fue creado, hasta que se encontró en él la chispa del mal” ( Ezequiel 28:12-15).