El arcángel

Jesús, que es y será siempre Dios y Creador como el Padre; en la creación del mundo angélico, desciende voluntariamente al nivel de los ÁNGELES, convirtiéndose en su jefe supremo: el arcángel Miguel. Descubro que Dios hijo, viniendo a la tierra y encarnándose en hombre, desciende por segunda vez (siempre de manera humilde y voluntaria) de Dios hijo y ÁNGEL Miguel a Jesús-hombre, de Creador y jefe de los ejércitos celestes a Salvador de su criatura: la raza humana. Lucifer, por el contrario, se quiere elevar de criatura al rango de Creador. En su corazón nace la envidia: “él quiere ser a toda costa igual al Altísimo” (Isaías 14:14). Él quiere por la fuerza el lugar de Jesús, o sea Dios hijo. ¡Qué diferencia entre la humildad de Jesús Creador y la soberbia de Lucifer criatura!.
Dios padre trata de disuadir a Lucifer, pero sin éxito. Él es destituido pero sigue teniendo acceso libre al trono de Dios hasta la muerte de Jesús en la cruz. Después de la resurrección Jesús asciende al Padre en el cielo como vencedor. De hecho, Jesús con su sacrificio, vence a la muerte y a las fuerzas del mal. La Biblia (en Apocalipsis 4) describe la entronización de Jesús, el cual se sienta a la diestra de Dios Padre. Pero antes de que todo esto acontezca, el príncipe de Matrix con todo su ejército de DEMONIOS es expulsado definitivamente del cielo, desgraciadamente por la fuerza.
En la última guerra cósmica entre el bien y el mal, el príncipe de la mentira, recurrirá a su capacidad de realizar obras poderosas, señales y prodigios, para seducir a los fans de Jesús. Pero Dios intervendrá, como siempre, en la persona de Miguel (el jefe del ejército celestial), y vencerá: “En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran jefe, el defensor de los hijos de tu pueblo; y tu pueblo será salvado” (Daniel 12:1).

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