El regreso de Jesús

Mi estrella polar me revela que pronto Dios hijo regresará a la tierra para reconducir finalmente al hombre a su lugar de origen. Será un día de independencia y liberación total del virus de Matrix. Toda la Biblia dirige mi mirada hacia este grandioso evento; tener la mirada dirigida “a otra parte” puede costarme caro. Mi estrella polar ha pintado al príncipe de Matrix como un “león rugiente”. Él ruge porque sabe que le queda poco tiempo; sabe que el regreso de Jesús pondrá fin al dominio de su imperio invisible, dictatorial, sanguinario y cruel. El último golpe que le queda por asestar es “imitar” el mismo regreso de Jesucristo. Jesús lo había profetizado, y a los discípulos que le pedían revelar la fecha de su venida les había dicho: “Mirad que ninguno os engañe. Porque vendrán muchos en mi nombre diciendo: Yo soy el Cristo, y engañarán a muchos… Entonces, si alguno os dice: El Cristo está aquí o está allá, no lo creáis… porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será la venida del Hijo del hombre” (Mateo 24:27). La Biblia continúa con la visión de la venida de Jesús diciendo: “Porque el Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel, con la trompeta de Dios, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán primero; luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes, para encontrar al Señor en el aire…” (1ª de Tesalonicenses 4:16-17). Jesús me llevará finalmente a casa donde no se oirán más llantos, ni gritos de guerra; donde ya no será posible ver correr la sangre, ni llorar a los muertos asesinados. Un lugar donde podré gozar plenamente del amor, la paz, la libertad, la solidaridad, no como sueños dolorosos y pasajeros, sino como momentos eternos e indestructibles.

Acceder

¿Olvidaste la contraseña?

Enable Notifications OK No thanks